Denominado
en algunos países, como choclo, millo, oroña, panizo, elote, mijo y, en
Venezuela, jojoto; el maíz es un producto originario de América, que llega a
Europa durante el período de los conquistadores. Denominado en algunos países,
como choclo, millo, oroña, panizo, elote, mijo y, en Venezuela, jojoto; el maíz
es un producto originario de América, que llega a Europa durante el período de
los conquistadores españoles, mediante el intercambio de rubros con los
aborígenes.
Según restos
arqueológicos, el maíz se empezó a cultivar en el Continente Americano desde
hace más de 5000 años, siendo la base de muchas culturas indígenas como: los
Incas, los Mayas y los Aztecas, quienes centraban su alimentación en el mimo.
Así, su nombre deriva del vocablo “mahis”, que significa “el que sostiene la
vida”.
En estas culturas
prehispánicas, este rubro era tan importante que existía un calendario para su
siembra, donde el Dios del maíz “Centéotl”, traía abundancia y bendiciones a
las cosechas, para que resistieran las plagas y los fuertes inviernos
existentes en la época.
En la
actualidad, el maíz sigue siendo uno de los más significativos alimentos
cultivados en los pueblos de América.
Para los venezolanos, el jojoto simboliza una herencia ancestral y el ingrediente base de muchos platos autóctonos, como la arepa, la cachapa, la hallaca, la torta de jojoto y el majarete.
Para los venezolanos, el jojoto simboliza una herencia ancestral y el ingrediente base de muchos platos autóctonos, como la arepa, la cachapa, la hallaca, la torta de jojoto y el majarete.
A pesar de la
importancia del maíz en la gastronomía venezolana, y de sus orígenes nativos,
existe un proceso de transculturización, que afecta los niveles de su consumo,
así como el de otros rubros.
La
nutricionista, Betzaida López Castillo, trabajadora de la Dirección de
Educación del Instituto Nacional de Nutrición, dijo que “hay que ver el maíz
como un producto originario de Venezuela, que forma parte de nuestra
idiosincrasia y que proporciona beneficios a la salud de las personas”.
Asimismo,
agregó que “si al comernos una arepa asada, de tamaño mediano y delgada, con el
relleno de su preferencia, acompañada de un vaso de jugo natural, en el
desayuno, se convierte en un alimento balanceado que no engorda; por el
contrario, alimenta y suministra los nutrientes necesarios que el organismo
requiere”.
Las
propiedades que podemos encontrar en el maíz son el hierro, vitaminas A y B1 e
hidrato de carbono (fibra). Este último, esencial para el desarrollo
digestivo e intestinal, así como para la realización de actividades diarias,
señaló Castillo.
Por otra
parte, el impulso agrícola de este generoso cereal en Venezuela, se debe a las
políticas implementadas por el gobierno nacional, en materia agroalimentaria.
La producción de maíz, en los últimos 10 años, aumentó en más de un 100%.
Este
rendimiento se obtuvo a través de las cooperativas encargadas de las empresas
procesadoras del rubro, que se encuentran en los estados centrales,
occidentales y orientales del país, así como a través, de los beneficios que se
les ha brindado a los agricultores, como créditos financieros, para mejorar las
técnicas de cultivo.}
Fuente: INN
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